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Los movimientos judaicos


Hay unas corrientes heréticas peligrosas que han estado minando el cuerpo de creyentes. Su único objetivo es contristar al Espíritu Santo con el cual fuimos sellados para el día de nuestra redención. (Efesios 4:30) Estas ideologías que atentan contra la vida del Espíritu dentro de la iglesia tocan áreas sensitivas. Porque cada vez que un ser humano ha intentado trastocar la gloria de Dios, las consecuencias han sido que el Espíritu Santo se aparta y ha venido juicio.

Tenemos varios casos en la Sagrada Escritura que nos deben servir de ejemplo:

  1. Nadab y Abiu Levítico 10:1

  2. David cuando condujo el arca cargada por bueyes en lugar de los sacerdotes.1 Samuel 6:1-8

  3. Los 25 varones hebreos que se inclinaban hacia el sol. Ezequiel 8:16

  4. Caín cuando pervierte la ofrenda llevada a Dios.Génesis 4:4,5

No es el deseo del Espíritu Santo que nos enclaustremos dentro de cuatro paredes, nos atengamos a ritualismos litúrgicos y manipulemos la adoración a Dios con dogmas acomodados a nuestro razonamiento humano. Cuando un creyente ha sucumbido a estas prácticas, el servicio y la adoración a Dios pierde su lozanía y exclusividad y termina pervirtiéndose, haciendo que el Espíritu Santo se aparte.

Esta fue la experiencia de Israel (Isaías 63:10). Esta ha sido la experiencia de la iglesia Católica y muchas denominaciones evangélicas quienes en la actualidad, en lugar de ser cuerpos donde se manifiesta el poder del Espíritu, son mausoleos y tumbas de cuerpos muertos, separados ya para juicio y condenación eterna por haber rechazado la verdad de Dios. Jesús hizo muchas referencias sobre las experiencias de un misterio revelado, misterio que fue oculto desde tiempos remotos, de que Dios a través de su Espíritu Santo usaría los cuerpos humanos como su morada y que su Espíritu se manifestaría a través de ellos y servirían como miembros de un cuerpo con el fin de impartir sanidad y bendición a una tierra maldecida por el pecado.

Cuando el Espíritu Santo es derramado y vive dentro de un cuerpo de creyentes, se hacen manifiestas unas experiencias únicas que se hacen evidentes en el culto a Dios. Desde el día de Pentecostés estas experiencias se caracterizan por un patrón constante:

  1. Se sienten ríos de agua viva en el interior. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado. (Juan 7:38-39 R60) En esta analogía entendemos entonces que manifestamos una adoración única y dinámica. Primero, el agua fluye, lo que da a entender que no somos gobernados por paradigmas humanos ni conceptos provenientes del raciocinio humano.

El agua cuando fluye emite unos sonidos únicos. Cuando la vida de un creyente es impactada por el Espíritu Santo y Éste hace su morada en él, se producen los efectos de una resonancia única porque el alma vibra al compás de su fuerza y vitalidad.El ser humano no tiene el potencial de ofrecer algo que cumpla con la devoción que se le debe dar a Dios. 16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto.

Los sentimientos son expandidos y se manifiestan con expresiones, gestos, gemidos, clamores, gritos (de acuerdo a la voluntad del Espíritu Santo), palmadas, oraciones, cánticos, etc. La persona puede llorar o reír, correr, saltar, se arrodilla o se tira al piso.Esa es la resonancia del Espíritu. No hay métodos ni letanías ni rutinas. Todo es dinamismo y devoción. El alma que estaba cautiva por el pecado dentro de una cárcel de oscuridad, ve la luz y como un niño que es soltado a un campo abierto comienza a correr, así el creyente es partícipe de una libertad especial y su alma prorrumpe en expresiones de alegría, es más, de euforia y se rinde en una adoración única al Dios Creador del universo.

Este es el patrón que ha caracterizado el genuino culto a Dios a través de estos dos milenios. El libro de los Hechos menciona que aquellos que fueron impactados por el poder del Espíritu fueron señalados como ebrios debido a la forma que se movían. Hechos 2:1. En Estados Unidos los llamaban “shakers”.

Satán, en su astucia, ha llevado a empañar y en algunos casos camuflagear esta realidad única tan difícil de entender por el ser humano. Solo un alma humilde, despojada de todo prejuicio y presunción intelectual puede entender, y ser recipiente de esta sublime y excelsa experiencia. Porque es llevada a ser doblegada de una forma muy contraria a nuestra manera de pensar, hacia la voluntad del Espíritu. Si no se adora a Dios en este contexto, la adoración se vicia y se pierde en el vacío.

  1. Hay manifestaciones físicas.

  2. Se hablan lenguas.

  3. Se eliminan los artificios humanos e impera el mover del Espíritu.

Debido a que el pacto de la Gracia está mediado por un sacrificio de excelencia, superior al Pacto de la Ley, el culto a Dios fue despojado de gran parte de sus prácticas ritualistas externas circunscribiéndose no ya a la letra (código de rituales) sino al espíritu (espontaneidad del corazón). Esto lo estableció Jesús cuando dijo que “los verdaderos adoradores adorarán al padre en espíritu y en verdad”.

Adorar en espíritu infiere que no podemos reducir la deidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, a algún artificio humano de imaginación de hombres. Y adorar en verdad infiere que tenemos que circunscribirnos no a una adoración ficticia o plagiada, sino a lo establecido por Dios en su Palabra. La verdadera adoración es aquella que sale de un corazón quebrantado y humillado ante Dios.

La adoración no queda circunscrita a una estructura artificiosa sino a un dinamismo generado por el Espíritu Santo en el espíritu humano. Adorar en verdad equivale a que la adoración ha de manifestarse a través de una experiencia personal e interacción provocada por el Espíritu Santo en el espíritu del ser humano. La armonía, integridad, la inteligencia y el orden del Espíritu deben regir como principios si es que queremos ofrecer un culto aceptable. Dios no aceptaba ofrendas ni sacrificios del pueblo que estuviesen dañadas, adulteradas o de animales con defectos o enfermos al grado de poner una maldición para los que tal hacen. (Malaquías 1:6 al 14)

El descenso del Espíritu Santo llevó a hacer manifiestos unos distintivos en el culto y la adoración. Esporádicamente muchos hombres de Dios que vivieron antes de esta era de gracia fueron partícipes de esta experiencia sublime. Hubo casos aislados como el de los 70 príncipes a quienes Dios los hizo huéspedes y les preparó una mesa y les sirvió comida. (Éxodo 24) El caso de David, de Saúl y algunos otros que tuvieron la dicha y la bendición de la cual hoy todos nosotros, sin medida y sin acepción, somos partícipes.

Hay una dinámica, un denominador, común que ha caracterizado el culto a Dios a raíz del derramamiento del poder del Espíritu Santo. Aunque la adoración o el culto a Dios, o teológicamente hablando la liturgia, ha llevado en sí elementos idiosincrásicos de cada cultura, fundamentalmente en su esencia se ha caracterizado por un estilo estándar, único y universal a través de estos dos milenios.

Los que recibieron el poder el día de Pentecostés se estremecían, hablaban nuevas lenguas, oraban en voz alta (de otro modo no aparecerían las oraciones escritas), entonaban cánticos espirituales y caminaban bajo el control del Espíritu Santo. Cuando era una jovencita tuve la oportunidad de asistir a un culto llevado a cabo por una de las tribus indígenas que fueron relegadas a ciertos territorios en Estados Unidos. Fue como si practicáramos una cultura estándar. Exactamente el mismo estilo de culto, los ritmos en la himnodia y expresiones verbalizadas estuvieron presentes en aquel culto.

En los anales de la historia hallamos, específicamente en los grandes avivamientos alrededor del globo terráqueo, descripciones específicas sobre la manera que se ha hecho evidente la manifestación del Espíritu Santo y se ha proseguido el mismo patrón en el culto:

  • Expresiones verbalizadas en voz alta.

  • Música solemne y alegre.

  • Un ambiente saturado de alabanza.

  • Una manifestación y un movimiento .

  • Oraciones vociferadas.

No obstante, en estos últimos años el pentecostalismo se ha visto afectado por una gama de herejías e ideologías que han redefinido su teología y liturgia. Una de estas herejías son los movimientos judaicos que han cambiado el carácter de la adoración o los cultos dentro del pentecostalismo. ¿Qué promueven las prácticas judaicas dentro del culto?

  1. Una liturgia o adoración estilizada que difiere a la liturgia que ha caracterizado al pentecostalismo a través de las edades.

  2. Una parafernalia de instrumentos usados en los cultos judíos.

  3. Una teología tergiversada, de entre ellas la teología del reemplazo. Esta teología enseña que Dios desechó a Israel y que la iglesia es ahora el Israel de Dios.

  4. En algunos casos, un rechazo general o parcial de las enseñanzas del Nuevo Testamento.

  5. En algunos casos, negación de la segunda persona de la trinidad.

  6. Prácticas de ritualismos y fiestas exclusivas para la nación de Israel.

  7. Observancia del sábado.

Los modernos movimientos judaicos tienen su origen en un avivamiento del misticismo judío que floreció durante el siglo 12 en España. Este movimiento místico aunque fue estorbado a raíz de varios eventos como la Inquisición, los ghettos y otros fenómenos genocidas contra el pueblo judío, ha proseguido su expansión al grado de afectar el protestantismo evangélico en la época moderna. El movimiento moderno se caracteriza por un abandono de la liturgia cristiana tradicional en pro de ciertas prácticas litúrgicas propias del Kabalismo, una ciencia oculta que ha afectado por generaciones al judaísmo bíblico.

¿Qué es el Kabalismo o Cabalismo? Dentro del movimiento cabalista se mueve la noción clave de que una nueva era espiritual está amaneciendo en la cual los individuos y la sociedad serán transformados. En Israel la Nueva Era manifiesta una amplia diversidad e influencia y está siendo entendida como una corriente religiosa dentro de la sociedad israelí que está atravesando fronteras tradicionales.

Por la gran adherencia y simpatía a la nación israelí, los evangélicos están siendo gravemente afectados por el misticismo judío que es el que permea dentro de la sociedad judía. El Centro Internacional de la Kabalah ha estado haciendo adeptos dentro de los círculos prominentes a nivel mundial. Figuras como John Biden, Madonna, Netanyahu, entre otros, son cabalistas. Grandes corporaciones como Monsanto, y tantas otras promueven las herejías abominables del cabalismo. La literatura, tanto religiosa como secular, está afectada por símbolos ocultos.

Un Rabí de Castilla llamado Moisés de León dio una nueva formulación a esta nueva corriente llamada Cábala a través de su voluminoso trabajo, el Zohar, donde aparecían fundidas dentro de la religión judía creencias y misterios paganos de las religiones egipcias y babilónicas. La diseminación y estudio del Zohar provocó reacción en Jaime I de Aragón quien comenzó a inducir a los judíos a convertirse al cristianismo y renunciar a las herejías del Zohar. Muchos de estos judíos que escaparon de la persecución de España y doscientos años más adelante de la Inquisición Romana, se diseminaron llevando consigo su conocimiento secreto u ocultista a través del continente. Una gran mayoría se estableció en Safed, la ciudad más grande de Palestina para ese tiempo.

Con la llegada de los judíos, esta ciudad se convirtió en un importante centro intelectual y a la misma vez contempló la intensificación del pensamiento religioso místico. Muchos judíos conservadores piadosos fueron atraídos a sus famosas escuelas sucumbiendo de este modo en sus herejías. La figura central durante esta época fue el Rabí Isaac Luria quien revisó el enorme trabajo místico desarrollado en España: el Zohar. Sus ideas se diseminaron por todo el imperio Otomano, prosiguieron por Italia, hasta cubrir todo el continente europeo. Originalmente el Zohar fue desarrollado como un compendio de una mezcla de comentarios e interpretaciones de la Torah (el Pentateuco), parodias, poesía erótica, numerología y experiencias místicas, todo compactado en un volumen de 1,800 páginas.

Su teología atenta contra toda revelación dada al pueblo hebreo, especialmente en lo que concierne a la personalidad de Dios. Dios se reveló como un Ser único, sin embargo el Zohar le asigna 10 personalidades presentadas como emanaciones que interactúan entre sí. Dos de ellas son femeninas. La más destacada es la Shekhináh o Shequina proyectando de este modo el concepto andrógino de las filosofías paganas del oriente. El judaísmo, tal y como lo conocemos hoy con sus ritualismos, interpretaciones y tradiciones, está profundamente afectado por las corrientes heréticas del cabalismo. Por ejemplo, se ha especulado en pro y en contra sobre la estrella de David, un símbolo de la nación israelí y que realmente no es una estrella sino dos triángulos invertidos. La evidencia histórica es abrumadora que éste es un símbolo ocultista y que el mismo hace referencia a los dos triángulos invertidos llamados Tetrahedrón, conocidos en la geometría del antiguo Egipto como MerKaBa y considerado por el Faraón Aknatón como el vehículo de la ascensión de los dioses.

Tenemos que recordar que durante la apostasía de Salomón, Israel fue invadido por todas estas corrientes paganas debido a los matrimonios mixtos del monarca. Es a esta época que se remonta el origen de la estrella de David y ha sido utilizado como un símbolo esotérico en ritualismos y actos ceremoniales. Cuando leemos los libros de Esdras y Nehemías, nos damos cuenta también que los que retornaron más tarde del exilio babilónico habían absorbido en gran manera la cultura y formación babilónica.

¿Qué llevó al judaísmo post exílico a tropezar con las prácticas ocultistas después de haber sido casi depurado durante el cautiverio babilónico y saber que esto es algo tan vehementemente prohibido en la Biblia? Cuando los judíos rechazaron a Jesús, sucedió lo mismo que dice el apóstol Pablo, “Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,” 2 Tesalonicenses 2:11.

En el año 70 el General Tito invade Jerusalén y se cumple literalmente la profecía de Jesús. Pensando los romanos que los judíos escondían oro en el templo, no dejaron piedra sobre piedra que no fuera removida. Con la desaparición del templo, la fe judía prácticamente se desvanece y en lugar de aferrarse a las Sagradas Escrituras, los judíos se vuelven al Talmud como su referencia de instrucción principal. El Talmud, junto con otros asuntos relacionados, se formula en el Concilio de Jamnia en el año 90 de la era cristiana. De esta manera el judaísmo es redefinido y distanciado prácticamente de la revelación del Sinaí.

El Talmud es una obra que recoge principalmente las discusiones rabínicas sobre leyes judías,

tradiciones, costumbres, narraciones y dichos, parábolas, historias y leyendas. Existen dos conocidas versiones del Talmud: el Talmud de Jerusalén (Talmud Yerushálmi), que se redactó en la entonces recién creada provincia romana llamada Filistea (o Palestina), y el Talmud de Babilonia (Talmud Bávli), que fue redactado en la región de Babilonia, en Mesopotamia. Ambas versiones fueron redactadas a lo largo de muchos siglos por generaciones de eruditos provenientes de muchas academias rabínicas establecidas desde la Antigüedad.

Para el judaísmo son importantes tanto la tradición oral como la tradición escrita. Conocidos como el Talmud, tiene su origen último en tradiciones orales. Habiendo sido compilados, redactados y escritos, conforman la tradición escrita del judaísmo, si bien varios conceptos expresados en el Talmud de un modo evidente provienen de hagadot y midrashim, es decir, relatos y narraciones propios de la tradición oral hebrea. El Talmud extiende, discute, cuestiona, explica y complementa al Tanaj, pero no puede, por definición, contradecir a la parte más importante o esencia de la misma, a la Torá.

El Talmud es un conjunto de leyes religiosas y civiles donde se incluyen comentarios de la Torah o el Pentateuco (los primeros cinco libros del Antiguo Testamento). Incluye también leyes orales formuladas a través de tradiciones centenarias. Tal codificación de leyes se le conoce como la Mishnah o Misná y un comentario de la Mishnah llamado la Gemara. El Talmud incluye también material y disertaciones de estudiosos en asuntos de disputa legal conocido como la Halakhah (del hebreo “ir”) A las ilustraciones y ampliaciones de principios éticos, políticos y religiosos envueltos en estas leyes le llaman la Haggada. Existen dos compilaciones del Talmud: El Talmud de Jerusalén (siglo 3 – 5) y el Talmud Babilónico (siglo 3 al 6). Ambos contienen la misma Mishnah pero cada uno tiene su propia Gemara.

El Talmud Babilónico deriva su autoridad del hecho de haber sobrevivido en Palestina por centurias, contrario al Talmud de Jerusalem. Tanto la Halakhah como la Haggada han continuado su desarrollo, lo que ha dado una cabida más amplia a infinidad de creencias e interpretaciones ocultistas. Este distanciamiento de la Sagrada Palabra fue ampliado por la inclusión de las “tradiciones orales”. Por ejemplo, La Ley, la cual Jesús resumió en dos grandes mandamientos, fue expandida a 613 mandamientos. Todo esto llevó al pueblo por un laberinto hacia un camino más distante de la sencilla Palabra de Dios.

Tenemos que hacer notar que dentro del movimiento del judaísmo ha habido grupos que se han adherido estrictamente a las Sagradas Escrituras rechazando el Talmud y las tradiciones rabínicas. Éstos han sido considerados herejes por los judíos “ortodoxos” y muchos de ellos fueron exentos de las persecuciones que se desataron en Europa y en la Rusia zarista contra el judaísmo talmúdico. De entre ellos están los Karaitas.

El propósito primordial de la Cábala, igual que su pariente el Gnosticismo, es despersonalizar a Dios quien en una forma tan personal se ha revelado en las Sagradas Escrituras. Esta despersonalización comienza con una serie de atentados contra la naturaleza divina y sus atributos. Por ejemplo, algo completamente prohibido en la ley y que provocó la maldición de uno de los hijos de Noé es el descubrimiento de la desnudez del padre (Lev 18.:6).

Los judíos cabalistas presentan blasfemamente a Jehová en la figura de un hombre desnudo. A cada parte de su cuerpo adjudican unas propiedades místicas haciendo un énfasis primordial a sus órganos sexuales.

La Cábala hace sus especulaciones sobre los diez sefirot (dimensiones) cuyo propósito, como mencionamos, es desvirtuar la privacidad de la deidad en ella misma ilustrándola con la figura de un hombre desnudo, asignando nombres y propiedades a cada una de éstas. La misma incursión ha hecho el Gnosticismo en su atentado de desvirtuar la persona de Jesús, la segunda persona de la Trinidad, al ilustrar sus rasgos físicos a través de concepciones imaginarias sobre su figura, algo que está prohibido vehementemente en la Palabra Divina y plasmado enfáticamente no sólo en el segundo y tercer mandamiento de la ley, sino también en el Nuevo Testamento. Los gnósticos plasmaron la imagen de Jesús desnudo colgando de un madero. (crucifijo) “Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres”. Hechos 17:29 (el énfasis es mío).

El cristianismo contemporáneo ha ido mucho más lejos que las blasfemias del gnosticismo al personalizar a Jesús en dramas, películas y obras teatrales y, peor aún, en la literatura de enseñanza de Escuela Bíblica para niños. El tercer mandamiento sobre no tomar el nombre de Dios en vano no se circunscribe solamente a una expresión verbal, tiene que ver también con la acción de reducir la deidad a una figura producto de la imaginación del ser humano. Y de esto estuvo muy consciente la iglesia primitiva pues no existe documento alguno que ilustre cómo era Jesús realmente. La referencia más antigua fue hecha por el historiador Josefo quien hace una descripción breve de la persona física de Jesús la cual está muy distante de la imagen tradicional promovida por los gnósticos de la época medieval. A través de las edades, el cristianismo se ha visto gravemente afectado por este acto blasfemo premeditado tanto de los gnósticos como de los cabalistas al quebrantar la Palabra presentando la imagen desnuda de Jesús en un crucifijo.

Como dijimos anteriormente, la biblia de los Cabalistas es el Sefer ha-Zohar, (más corto el Zohar). Este trabajo monumental fue compuesto por Moisés de León quien nació en León España y vivió en Guadalajara, el antes reino de Castilla, hasta 1290 pues luego vivió prácticamente una vida nómada. De León era un escritor prolífico, sumergido completamente en las ciencias ocultas. Su obra máxima fue el Zohar, la cual tardó más de 30 años en formularla en el antiguo idioma arameo.

Para dar peso a las doctrinas proliferadas en el Zohar, De León circuló la leyenda que éste era producto del legendario escritor palestino Shiman ben Yohai y que su hijo Eleazor escondió el libro de la persecución romana. De León reclamó luego haberlo hallado e hizo copias las cuales comenzó a circular a todos los estudiosos.

Las disciplinas de la Cábala incluyen muchas prácticas aberrantes, blasfemas y de meditación con la promesa de impulsar a los individuos a participar en las diversas dimensiones del ser divino. En su esencia proclaman las mismas enseñanzas de la Nueva Era en su aspiración de llegar a ser dioses.

Como tantas otras ciencias ocultas, sólo una élite o un grupo selecto está capacitada para penetrar en los misterios de los estudios y disciplina cabalista. Los privilegios son conferidos sólo a personas rigurosamente instruidas en el judaísmo talmúdico. Los participantes se integran luego en células bajo la dirección de un maestro místico llamado el Tziddik Algo que debemos recalcar a los cristianos que sienten admiración y cierta devoción por los diferentes movimientos judaicos en todo el mundo y que tanto uso están dando a sus símbolos al grado de adornar los altares con estos baales e infectar los cultos con sus danzas, simbología y otros actos litúrgicos es la afectacion que ha sufrido el judaismo del misticismo cabalista.

Por ejemplo, en la Biblia hebrea la palabra hasid usualmente se refiere a una persona piadosa. El plural es hasidim. Sin embargo para los siglos 11 y 12, el término implicaba una persona envuelta en alguna forma específica de vida contemplativa mística. Tal término se aplicó a un grupo de judíos alemanes místicos conocidos como los Hasidei Ashkenaz (alemanes pietistas). Este grupo se caracterizó por sus prácticas rigurosas ascéticas tales como la privación del sueño, baños de agua helada en el invierno y otras prácticas extremas con el fin de debilitar las fuerzas físicas del apetito, el sueño, etc. para así dominar el alma y llegar a un conocimiento íntimo de Dios y una ascensión a un estado superior. El Hasidismo tuvo su desarrollo de la cábala en el siglo 18 en Europa Oriental y prosigue hoy con sus mismas prácticas en toda la nación americana y Europa.

Otro aspecto que hay que hacer notar del cabalismo es su obsesión con la numerología o Gematria (ciencia también desarrollada por los egipcios y babilonios) y la manipulación de las letras, particularmente aquellas donde están envueltos los diferentes nombres asignados por ellos a Dios y a los cuales se les adscriben propiedades mágicas. Gematria, una corrupción del vocablo semitizado “geometría”, es la sustitución de los números por letras del alfabeto hebreo. Los únicos idiomas con valor numérico son el griego, el latín y el hebreo. Según ellos, Dios dio dos revelaciones a Moisés, una escrita y otra oculta. Solamente aquellos que logren incursionar en esta revelación oculta pueden alcanzar un grado de divinidad.

Establecen que detrás de la Torah o la Ley escrita y en la fuerza de las letras del alfabeto hebreo, aparecen verdades escondidas secretas con poderes misteriosos ocultos. Es interesante hacer notar que los conceptos básicos utilizados en la creación de la computadora y el internet fueron desarrollados en los principios cabalistas de la gematria y que el múltiplo 6 es una pieza clave en la utilización de la computadora.

Los juicios profetizados a Israel a través de sus profetas hacían énfasis en el pecado de la idolatría. Las prácticas del cabalismo se remontan a estas épocas y han sobrevivido en el pueblo de Israel hasta hoy. Su reavivamiento llevará a una intervención divina. Israel pasará por una gran tribulación no sólo por su pecado de haber rechazado al Mesías, también por tornarse en pos de estos dioses ajenos.

Jesús hace una seria advertencia a los que dicen ser judíos y no lo son. Les llama sinagoga de Satanás. Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. (Apocalipsis 2:9 R60)

He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. (Apocalipsis 3:9 R60)

Atentar contra la obra del Espíritu Santo instruyendo a un pueblo a tornarse a las obras de la ley y hacia una adoración importada es un grave pecado. En esto consistió el pecado de Jeroboam. El apóstol Pablo escribió extensamente sobre el tema en la Sagrada Palabra. Los shofars, las danzas, los talit y toda esta parafernalia judaica cumple un cometido dentro de la liturgia cabalista y está muy distante a lo establecido por el Espíritu Santo en culto que se debe dar a Dios. No todos los simbolismos usados por el protestantismo como la menorah, el altar, el templo y otros que han sido utilizados simbólicamente y como principios establecidos por Dios a los hebreos son de origen cabalista. La preocupación grave radica en la transformación del dinamismo cúltico dentro de la adoración que ha nublado y sustituido la manifestación del Espíritu Santo a cambio de danzarines, gesticulaciones y actos litúrgicos cabalistas. Hay una seria advertencia a los que profesan ser judíos sin ser judíos. Jesús les llama sinagoga de Satanás. Apocalipsis 3:9


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